Alquilar
una vivienda actualmente en España es una tarea complicada para la persona
propietaria del inmueble porque, toparse con un inquilino que no cumple con los
pagos acordados en el contrato de alquiler, puede convertirse en un verdadero
problema.
Según un reciente estudio sobre morosidad en arrendamientos urbanos en España, los impagos de alquileres crecieron un 5,7% en 2018.
Según un reciente estudio sobre morosidad en arrendamientos urbanos en España, los impagos de alquileres crecieron un 5,7% en 2018.
Este
dato está directamente relacionado con dos situaciones. Por un lado, la subida
de precios de arrendamientos, que ocasiona que muchos inquilinos tengan que
aumentar sus esfuerzos para poder pagar el alquiler y, por otro lado, la
existencia del moroso de oficio, que decide no hacerse cargo de los pagos de
manera mal intencionada.