Cuando nos enfrentamos al mercado
inmobiliario, encontramos que es posible llevar a cabo muchísimas operaciones
inmobiliarias: comprar una vivienda como residencia habitual, comprar o
alquilar una vivienda para utilizarla como oficina o establecimiento de negocio
o invertir en bienes inmuebles, son algunas de ellas.
Pero, ¿qué nos puede interesar
más? ¿cuál es la mejor opción? ¿qué nos puede resultar más rentable?... Todas
estas preguntas tienen una única respuesta: dependerá de tus intereses.
A continuación te damos unas
pautas que te ayudarán a decidir la fórmula más adecuada para apostar por tu
vivienda.
Comprar
La compra de una vivienda, sobre
todo si se va a tratar de tu vivienda habitual, puede ser una de las decisiones
más importantes de tu vida. Durante muchos años, esta operación supondrá un
impacto importantísimo en tu economía doméstica y representará la mayoría de tu
patrimonio neto.
Además, el tipo de vivienda, su
ubicación y entorno influirán en el estilo de vida. Por todo ello, antes de
realizar la compra de un inmueble tienes que hacer el debido análisis. Para
ello, es recomendable consultar a especialistas inmobiliarios, quienes te asesorarán sobre las viviendas que mejor se
ajusten a tus necesidades.
Cierto es que, durante
generaciones, poseer una vivienda propia ha sido un ideal de éxito personal y
una garantía de seguridad financiera a largo plazo. Aunque en los últimos años
se ha puesto en duda esta idea y muchas personas optan por alquilar en vez de
comprar en propiedad, una vivienda propia también tiene ventajas para aquellas
personas que buscan estabilidad, o una inversión segura.
Alquilar
Todos hemos oído en algún momento
a los defensores de la adquisición llamarlo “tirar el dinero”, sin embargo,
alquilar una vivienda es una opción ideal para aquellas personas que, recién
independizadas o por movilidad laboral, no requieran de una residencia en
propiedad ni atarse a una hipoteca.
Encontrar la vivienda que más se
ajuste a tus necesidades para vivir en alquiler requiere de una búsqueda
exhaustiva, ya que el tipo de vivienda y sus características, la ciudad de
residencia y la zona dentro de esta, pues no es lo mismo vivir en el centro que
en la periferia, junto con los términos y condiciones de contrato harán que el
precio del alquiler varíe. En ocasiones, la búsqueda de pisos de alquiler puede
resultar compleja pero recuerda que puedes acudir a profesionales que te
ayudarán a encontrar la vivienda que más se ajuste a tus intereses.
Pese a que el alquiler está ganado muchos adeptos, en parte gracias a la movilidad laboral, lo cierto es que con la bajada de los precios de los pisos, los tipos de interés y la cesión de créditos por parte de los bancos, son muchos los que siguen optando por la compra de vivienda, también como forma de inversión.
Inversión
Si barajas la opción de invertir
en inmueble para sacar rentabilidad alquilando, o bien vendiendo, nosotros
queremos ayudarte y exponemos a continuación los aspectos que pueden resultar
más interesantes para hacer tu elección.
Comprar una vivienda para luego
intentar alquilarla y generar una renta mensual no es algo nuevo, es una de las
formas de inversión más antiguas que hay. De hecho, hasta que comenzase la
crisis a azotar a nuestro país en 2008, esta forma de inversión estaba
prácticamente reservada a personas con capitales medianamente elevados y
poseedoras de conocimientos del mercado. Sin embargo, la caída de los precios
de la vivienda, y su comienzo de estabilización, ha hecho que de nuevo la gente
se decante por comprar vivienda, también como una forma de inversión.
Si barajas la posibilidad de
comprar un inmueble con el fin de alquilarlo, un factor primordial será la
localización. Una de las principales recomendaciones de CENSI, expertos en el mercado
inmobiliario, es elegir bien la ubicación.
Lo más cotizado sigue siendo el
centro de las ciudades, las zonas consolidadas, con buenas comunicaciones y
servicios. Pero también lo son los centros de negocios o los entornos de
grandes parques empresariales por la población flotante que atraen. Tampoco
deben despreciarse los barrios cercanos a los campus universitarios. Es
preferible que el inmueble no necesite reforma porque entonces la inversión
inicial se encarece y por tipología, lo más demandado so pisos de dos y tres
dormitorios.
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